A la hora de elegir un nombre/logo teníamos varias cosas claras: uno que queríamos que fuera en español y la otra que fuera muy visual y respirara la esencia de la marca.
Nuestras fuentes de inspiración siempre se enfocan hacia el pasado: la historia, la moda, el arte en su conjunto, las personas y los personajes. Acudimos a los mismos lugares que ya habíamos transitado en innumerables ocasiones durante los procesos creativos que llevábamos a cabo por nuestra profesión.
De esta manera, Langosta hace referencia a una historia, a una anécdota y a la unión de varios personajes. Da nombre a un vestido realizado por la diseñadora Elsa Schiaparelli y que posteriormente, debido a la amistad que mantenían, le encargaría a Salvador Dalí la realización de la pintura de este codiciado crustáceo. La destinada a lucirlo no sería otra que la tan polémica Wallis Simpson, duquesa de Windsor.
¡¡Vaya unión más surrealista!!